Tema sobre el controvertido uso de escudos de plomo en pacientes, en una discusión que impacta la actividad clínica diaria de los radiólogos discutida por la Asociación Americana de Física Médica, Colegio Americano de Radiología (ACR), RSNA y otras sociedades (AAPM, 2019; Strax R ., 2021). Enfoque importante de estudios relevantes que enfatizan que el uso de blindaje de plomo, especialmente en el campo de exposición, puede aumentar la exposición a la radiación del paciente, siendo menos eficiente que la optimización del haz y la colimación.
Históricamente, el uso de protectores de gónadas se introdujo en la práctica médica en la década de 1970, cuando se creía que existía un riesgo para las células reproductivas del paciente. Sin embargo, para que se produzca el riesgo de infertilidad, la dosis de radiación debe ser 100 veces superior a la de un examen radiológico. Por ejemplo, una radiografía pélvica puede corresponder a 0,8 mGy para un adolescente, y la esterilidad permanente no se produce con una dosis inferior a 3500 MGy (AAPM,2019, Image Wiselyâ,2021). Lo mismo ocurre con las adolescentes, destacando las diferentes posiciones de los ovarios, y la fertilidad no se ve afectada a una dosis inferior a 2500mGy (AAPM, 2019, Image Wiselyâ, 2021).
Con respecto a las mujeres embarazadas, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología hizo una recomendación, afirmando que, excepto en algunas situaciones, radiografías y tomografías computarizadas donde el feto se encuentra fuera del campo de exposición, la dosis para el feto es inferior a 1 mGy, siendo lo mismo que la radiación natural (Brench, RL 2013; AAPM, 2019).
Otro motivo para cuestionar el beneficio de los protectores de plomo sería su influencia sobre el modulador automático de exposición cuando se ubican en el campo de exposición, ya que, debido a su alto número atómico, pueden aumentar la magnitud numérica de la dosis de radiación, además de interferir con la evaluación anatómica de la región estudiada y sobre la calidad de la imagen, lo que actualmente es considerado perjudicial por algunos autores e instituciones internacionales (Marsh RM, 2019). El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) refuerza las recomendaciones (OIEA, 2018) en el documento Guía de Seguridad Específica SSG-46 (2018).
Las recomendaciones actuales mencionan la importancia de utilizar recursos tecnológicos para reducir la dosis, optimizar la dosis de los exámenes radiológicos, utilizar la colimación y reducir el campo de exposición con mayor beneficio para el paciente, sea niño o mujer embarazada (Image Wiselyâ, 2021). Para la comunicación con el paciente sobre el tema, se sugiere enfocarse en la modernización de equipos y aplicación de programas de protección radiológica en la institución, siendo importante la capacitación del equipo técnico sobre las nuevas recomendaciones (Straux, R., 2021) .
¡Use las funciones de reducción de dosis de los exámenes de radiología que supervisa como radiólogo! ¡La dosis debe ser justificable!
¡Se sigue recomendando el uso de equipo de protección personal para los trabajadores expuestos a la radiación!
¡La Comisión de Protección Radiológica está a tu disposición!
PREGUNTAS FRECUENTES (FAQ):
¿Debo dejar de usar el protector de plomo gonadal en pacientes pediátricos?
El uso de protectores de gónadas se introdujo en la práctica médica en la década de 1970, cuando se creía que existía un riesgo para las células reproductivas del paciente. Sin embargo, estudios recientes indican que para que se produzca el riesgo de infertilidad, la dosis de radiación debe ser 100 veces superior a la de un examen radiológico. No hay evidencia de que la radiación en imágenes médicas cause daño a las células reproductivas. Sin embargo, existe evidencia del beneficio de optimizar los exámenes, la colimación y reducir la extensión del campo de exposición (AAPM, 2019, Image Wiselyâ, 2021).
¿No deberíamos usar un escudo de plomo en los pacientes en general?
El protector de plomo puede cubrir importantes regiones anatómicas a ser analizadas para el diagnóstico y promover un empeoramiento de la calidad técnica, reduciendo la precisión. Además, puede provocar un aumento de la dosis del paciente por su elevado número atómico, en el caso de los recursos moduladores de dosis. Investigaciones muestran que la reducción del protector no es relevante, siendo relevante la reducción de la dosis con la optimización de los exámenes, colimación y reducción de la extensión del campo de exposición (AAPM, 2019, Image Wiselyâ, 2021).
¿No debo usar más protector de plomo en mujeres embarazadas?
Con respecto a las mujeres embarazadas, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología hizo una recomendación, afirmando que, excepto en algunas situaciones, radiografías y tomografías computarizadas donde el feto se encuentra fuera del campo de exposición, la dosis para el feto es inferior a 1 mGy, siendo lo mismo que la radiación natural (Brench, RL 2013; AAPM, 2019). La investigación muestra una reducción de dosis relevante con la optimización de los exámenes, la colimación y la reducción de la extensión del campo de exposición (AAPM, 2019, Image Wiselyâ, 2021).
Referencias:
Asociación Americana de Físicos en Medicina. Preguntas frecuentes sobre el blindaje gonadal y fetal del paciente en el diagnóstico por imagen. 2019. Disponible en https://www.aapm.org/org/policies/documents/CARES_FAQs_Patient_Shielding.pdf
Brent RL, Frush DP, Harms, et al. (2013). Exposición a la radiación antes de la concepción y prenatal: Efectos sobre la salud y recomendaciones de orientación de protección del Consejo Nacional sobre Mediciones y Protección contra la Radiación.
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). 2018. Protección radiológica y seguridad en los usos médicos de las radiaciones ionizantes. Guía Específica de Seguridad SSG-46. Disponible en: http://www-ns.iaea.org/standards/
pantano RM; Silosky M. Protección del paciente en imágenes de diagnóstico: descontinuar una práctica heredada. AJR Am J Roentgenol. 2019; 212: 755-757.
Straux, R., Molina E. Discutiendo el blindaje de rayos X con los pacientes: primero no hacer daño.
Revista del Colegio Americano de Radiología, 2021.