El Colegio Brasileño de Radiología y Diagnóstico por Imágenes (CBR) inició programas de garantía de calidad en 1992, con el Programa de Certificación de Calidad en Mamografía. “Desde su creación, el principal objetivo ha sido mejorar la calidad de los exámenes, llevar a nuestro país los beneficios del tamizaje, como la reducción de la mortalidad y la detección temprana de tumores”, dice el Dr. Linei Urban, actual coordinadora de la Comisión Nacional de Mamografía, formada por la CBR, la Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (Febrasgo) y la Sociedad Brasileña de Mastología (SBM).
A través de la experiencia acumulada, los resultados alcanzados y el reconocimiento recibido a lo largo de los años, el programa se amplió a las áreas de Ultrasonido, Tomografía Computarizada y Resonancia Magnética, y actualmente se conoce como Sello de Calidad CBR. Hoy, contar con la certificación otorga a los médicos solicitantes, a la población y a los prestadores de salud mayor confianza en los resultados de los exámenes realizados, además de ser un diferencial para los servicios.
Frente a esto, cabe mencionar que el programa de sellos evalúa la calidad del método, a través de información sobre el equipo, personal clínico, imágenes e informes. Por lo tanto, la certificación es exclusiva de esa modalidad evaluada.
“El Sello de Calidad representa, para los pacientes que lo ven en su informe de examen, la garantía de que la clínica, laboratorio o servicio ha sido sometido a la evaluación del CBR, que juzgó que la calidad de las imágenes, técnica e informes de los los exámenes fueron adecuados, a la altura de sus rigurosos estándares”, explica el coordinador de la Comisión de Ultrasonido, Dr. Wagner Yared.
“Otro punto que merece atención es la calificación del personal clínico de radiólogos y operadores de los equipos que realizan los exámenes”, enfatiza el Dr. Marco Antônio Rocha Mello, coordinador de la Comisión de Resonancia Magnética.
Reunidos varias veces al año, los Comités de RBC de cada área han contribuido decisivamente a la evolución de la especialidad. Tienen carácter autónomo e inclusivo, sin carácter punitivo, y están integrados por miembros de reconocido prestigio y amplia experiencia en el respectivo método.
“La adecuada documentación de las imágenes es la forma que tiene el médico que realiza el examen de demostrar que utilizó todos los recursos del método para llegar a su diagnóstico”, comenta el Dr. Wagner. Explica que el comité define y evalúa si la clínica sigue adecuadamente varios criterios, como: el número de imágenes adquiridas, los órganos y estructuras evaluados, los planos en los que se deben obtener las imágenes, el ajuste de parámetros técnicos, como el enfoque y ganancia, además de comprobar la adecuación de las mediciones, cuando proceda, y la coherencia con el informe, para los distintos tipos de examen.
Según el coordinador del Comité de Tomografía Computarizada, Dr. Hilton Muniz Leão Filho, una de las principales tareas es validar los equipos de las clínicas. “Por ejemplo, si una clínica tiene cinco dispositivos, cada dispositivo tendrá su propia credencial. Esa evaluación tiene en cuenta los exámenes tomográficos más comunes: cráneo, pulmón, oído y abdomen”, aclara. A la hora de evaluar los equipos se tiene en cuenta la calidad y el tiempo de uso. La clínica no puede ser aprobada si utiliza dispositivos que no cuentan con la tecnología adecuada o que están cerca de la obsolescencia. “También se requiere la calificación de las instalaciones físicas y el equipamiento de la clínica en relación con el cumplimiento de las licencias públicas obligatorias”, dice el Dr. Marco Antônio Rocha Mello, coordinador de la Comisión de Resonancia Magnética. “Además, es necesario asegurar que las clínicas y hospitales postulantes se mantengan al día con el desarrollo tecnológico a través de la incorporación de nuevos exámenes y técnicas”, agrega.
La inspección de los servicios la realiza un miembro de la Comisión, quien además de analizar si la estructura es adecuada, verifica que las imágenes e informes de rutina sean del mismo nivel que los enviados para su presentación.
Cabe recordar que el servicio debe someterse a una nueva evaluación cada tres años para permanecer certificado por el programa.
principales dificultades
“En estos 25 años, hemos experimentado algunos problemas dentro del programa de Mamografía. En primer lugar, en el examen de mamografía se detectó la posición inadecuada de las mamas. Luego de una exhaustiva discusión y abordaje del tema en la mayoría de los cursos y congresos, los exámenes comenzaron a presentar un patrón de posicionamiento adecuado, cumpliendo con los parámetros de calidad exigidos”, recuerda el Dr. Linei.
“Luego vino la fase de dosis de radiación más alta de lo esperado, especialmente en el momento de la introducción de los dispositivos de mamografía digital CR. Esto se debe a que varios lugares solo introdujeron el dispositivo de escaneo sin mejorar el dispositivo de mamografía. Sin embargo, tras una progresiva mejora de la tecnología utilizada, así como un mayor control de la relación dosis-calidad de imagen, este ítem fue progresivamente superado. Actualmente, un dato nuevo que viene preocupando al programa es la calidad de interpretación de los exámenes de mamografía”.
modernización
Con el fin de hacer el proceso más rápido, menos laborioso para los servicios y más dinámico, el CBR amplió el sistema utilizado en el Programa de Acreditación en Diagnóstico por Imágenes (PADI) a Sellos de Calidad para la presentación de imágenes en formato electrónico y ya no en impresión de película y papel. . “La diferencia es que las comisiones pueden hacer las valoraciones desde cualquier lugar y aprovechar las reuniones en la sede de CBR para tratar otros temas técnicos”, destaca el Dr. Hilton.
Los comités del programa de calidad están trabajando junto con la junta de CBR para modernizar el proceso. “Esperamos que, pronto, el envío de imágenes para evaluación se pueda hacer electrónicamente, vía Web, y que el sello también sea digital y trazable”, concluye el Dr. Wagner.