19 de febrero de 2020 - milena

La relación entre el residente y el preceptor y la responsabilidad compartida

La residencia médica es una modalidad de enseñanza de posgrado, caracterizada por la formación en servicio, bajo la dirección de profesionales con alta calificación ética y profesional. En el ámbito de esta relación, por lo tanto, es fundamental supervisar la enseñanza de los residentes, creando así un vínculo preceptor-aprendiz/alumno-docente.

Así, como el preceptor es el supervisor de los procedimientos médicos y es responsable de la distribución de las actividades, le corresponde demostrar y orientar, evaluando la progresión de las habilidades del residente, para luego delegar tareas más complejas, estableciendo responsabilidades y estrategias de acción. .

En este sentido, cabe señalar que en la Matriz de Competencias de Radiología e Imagen Diagnóstica, aprobada por el CNRM y elaborada en conjunto con el CBR, el propósito de la residencia en el área de Radiología es formar especialistas para actuar en todas las modalidades. de imagen médica, por lo que cada año de residencia se proponen actividades más complejas para desarrollar cada una de las habilidades de los futuros especialistas.
A pesar de toda supervisión y orientación, es entendimiento de CFM que el Médico Residente tiene los conocimientos necesarios para tratar al paciente y asume la responsabilidad directa de las consecuencias resultantes de sus acciones. Por otro lado, tenemos la responsabilidad ética del preceptor por los actos médicos realizados por los Residentes bajo su supervisión, denominada Responsabilidad Compartida.

En este sentido, los dictámenes CFM (dictámenes CFM nº: 13/2002 y 3/1992) y los CRM's reconocen la responsabilidad compartida entre el preceptor y el médico residente en la práctica del acto médico realizado durante la formación en el programa de residencia médica.
Cabe aclarar que la expresión “Residencia Médica” objeto de este artículo debe ser encarada en sentido amplio, lato sensu, contemplando así los cursos de perfeccionamiento.

Además, cabe señalar que si bien el médico residente puede realizar el examen y elaborar/firmar el informe de forma autónoma, debido a esta necesidad de supervisión inherente al Programa de Residencia, que genera una responsabilidad compartida, es prudente revisar el informe y del trabajo desarrollado, con la firma respectiva, por el preceptor, titular de la especialidad en radiología.

Como la responsabilidad es compartida, tanto el Médico Residente como el Preceptor están obligados a responder éticamente civil e incluso penalmente por los actos médicos realizados, y la revisión del informe y firma de ambos profesionales podrá definir, con mayor seguridad, aquellos responsable de su elaboración y supervisión, atribuyéndose la eventual responsabilidad a quienes efectivamente participaron -o debieron haber participado- en la realización del acto.

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